22.1.08

¿Por qué somos Socialistas?


1
Somos socialistas porque esta es la causa y doctrina más noble y solidaria de la humanidad, la única que, levantada como bandera desde las manos de los irredentos de siempre, se orienta a garantizar un trato decoroso, digno e igualitario, de autorrealización plena para todos los seres humanos, sin excepción y discrimen alguno, de todos los confines del planeta; porque es la única concepción que, desde la solidaridad fraternal, en verdad se preocupa por el destino justo para redimir a los oprimidos y desheredados de la tierra.


2


Somos socialistas porque esta es la única propuesta política racional y sensata, en América Latina y el Ecuador, que apunta a que sus inmensas riquezas naturales sean utilizadas en función de los requerimientos y necesidades de todos sus habitantes, sin excepción o discrimen, y en ningún caso sirva para el egoísta disfrute de una minoritaria oligarquía apátrida y desenfrenada que dilapida estos elementos indispensables para la vida y sobrevivencia de la plenitud de habitantes de nuestros pueblos y naciones, los verdaderos dueños del patrimonio social y nacional.


3


Somos socialistas porque esta causa y doctrina del hombre se orienta a evitar la destrucción económica, social y biológica de las inconmensurables masas desamparadas, oponiéndose al saqueo de nuestros recursos por parte del maridaje establecido entre las castas dominantes internas con las grandes transnacionales y círculos financieros internacionales, los más poderosos depredadores del planeta, a través de sus distintos instrumentos despiadados de gobierno y saqueo del Tercer Mundo como son el Fondo Monetario Internacional, FMI, el Banco Mundial, BM, y la Organización Mundial del Comercio, OMC.


4

Somos socialistas porque la única fórmula de organización socioeconómica humanista y fraternal para poder superar el atraso, la dependencia, la desocupación, la migración forzada, la desnutrición, la insalubridad, el analfabetismo, la mortalidad infantil y todos los males característicos de nuestra injusta realidad capitalista, se llama Socialismo, aunque se utilicen otros términos equivalentes. Es más, la única forma de poder viabilizar en realidad el cristianismo y sus mandamientos de amor; el dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, no solo dar posada al peregrino sino brindar techo permanente al desamparado y trabajo al desocupado, y todas las demás posibilidades de solidaridad humana sólo son posibles, como vivencia permanente, en el Socialismo, en nuestro caso ajustado a nuestra idiosincrasia, peculiaridades, y raíces latinoamericanas.


5


Somos socialistas porque esta es la causa de los trabajadores manuales e intelectuales, de campesinos y jóvenes concientes, de los oprimidos y explotados, de los excluidos por siempre; porque es la convicción internacionalista inclaudicable de quienes luchan en contra de la injusticia social, el colonialismo y el imperialismo, y a favor de la independencia nacional de todos los países del orbe.


6


Somos socialistas porque es la causa que encarna los anhelos de equidad y liberación de los humildes de todos los tiempos, y por la que incontables millones de seres humanos han ofrendado su existencia para instaurar un mundo de hermandad, libertad, justicia e igualdad sobre la faz de la tierra; constituyendo la única manera racional y científica de evitar la destrucción de la especie humana, de la naturaleza y medio ambiente mundial.


7


Somos socialistas porque esta es la más noble y bella causa revolucionaria de los pueblos y del humanismo más digno de cuantos puedan concebirse; causa solidaria que ha permeabilizado la acción y pensamiento de los seres más abnegados, valientes, decididos, talentosos y brillantes de los últimos siglos como son Vladimir Lenín, Carlos Marx, Federico Engels, Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Fidel Castro, Ernesto Guevara, Farabundo Martí, León Trotsky, Jorge Dimitrov, Palmiro Togliati, Raúl Séndic, Augusto C. Sandino, Camilo Cienfuegos, Carlos Marighela, Manuel Marulanda, Manuel Agustín Aguirre, Salvador Allende, Patricio Lumumba, Kim Il Sung, Carlos Luis Prestes, Camilo Torres, Hugo Chávez, Nelson Mandela, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Miguel Angel Asturias, Máximo Gorki, León Tolstoi, Albert Einstein, Mahatma Gandhi, Sigmud Freud, Charles Darwin, los esposos Curie, Eduardo Le Corbussier, Andrei Tupolev, Iván Pavlov, Josué de Castro, Darcy Riveiro, Paulo Freire, Ernest Hemingway, André Malraux, León Felipe, Miguel Hernández, César Vallejo, Federico García Lorca, Antonio Machado, George Bernard Shaw, John Reed, Mijaíl Shólojov, Thomas Mann, Marcel Proust, Vladimir Maiakovski, Ulya Ehremburg, William Faulkner, Aldous Huxley, Romain Rolland, George Orwell, Emilio Zolá, Bertrand Rusell, Paul Eluard, Julius Fucik, Albert Camus, Makarenko, Franz Kafka, Jean Paul Sartre, Alejo Carpentier, Ernesto Cardenal, Bertolt Brecht, Jorge Amado, Gioconda Belli, Rafael Alberti y muchos otros. A quienes deberíamos añadir, dentro del ensayo político, y omitiendo sin voluntad a destacadas personalidades, a Nicolai Bujarín, Ernest Mandel, James Petras, Noam Chomsky, Gyorgy Lukács, Antonio Gramsci, José Carlos Mariátegui, Rosa Luxemburgo, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Tomás Borge, Roger Garaudy, además de artistas como Pablo Picasso, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Rufino Tamayo, Oswaldo Guayasamín, Marc Chagall, Enrique Matisse, Igor Stravinski, Dimitri Sostakovich, Wassily Kandinsky, Sergio Prokofiev, Pier Paolo Pasolini, Charles Chaplin, Serghei Eisenstein, Luis Buñuel, casi todos ellos dirigentes o militantes políticos.


Escrito por: Julian David Quiceno Moreno y Andres Felipe
Medellin, Colombia

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