22.1.08

¿Por qué somos Bolivarianos?


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Somos bolivarianos porque nos identificamos con nuestras raíces libertarias latinoamericanas y ecuatorianas en la lucha indeclinable en contra toda forma de colonialismo, neocolonialismo e imperialismo; porque la causa sagrada de la libertad e independencia nacional está expresada en los sueños invencibles del libertador Simón Bolívar, quien fue el más grande revolucionario anticolonialista de su época, un luchador por la independencia y soberanía nacional de la Patria Grande, dotado de un pensamiento profundamente humanista y de claras concepciones precursoras del antimperialismo, conforme se constata en carta al coronel Patricio Campbell, suscrita desde Guayaquil, el 5 de agosto de 1829 cuando manifiesta: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad". Esta advertencia escribió cuando Carlos Marx recién tenía 11 años, Federico Engels 9, faltaban 40 años para que naciera Lenín y 23 para el aparecimiento del patriota maravilloso José Martí.

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Somos bolivarianos porque reconocemos que Simón Bolívar fué el primer latinoamericano en advertirnos con todo el vigor y severidad sobre el nefasto papel del gobierno de EE. UU., respecto a nuestros países, cuando precisa en carta a Francisco de Paula Santander, desde Potosí, el 21 de octubre de 1825: "Aborrezco a esa canalla de tal modo, que no quisiera que se dijera que un colombiano hacía nada como ellos." Colombianos de entonces, recordemos, comprendían, hasta 1830, a los habitantes de los Departamentos de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Su percepción sería verificada en la historia posterior: el gobierno de los Estados Unidos de América, con la conducta traidora y entreguista de las oligarquías nativas, estaría presente en toda forma, incluyendo la militar, desde México hasta la Argentina, el Caribe y las Antillas incluidas, como hoy mismo está aconteciendo, para agobio del pueblo ecuatoriano, en nuestra propia Patria, no sólo en la base aérea de Manta sino en las aguas de nuestra mar territorial, donde con sus buques de guerra han hundido más de treinta embarcaciones pesqueras de bandera ecuatoriana. Es además notoria su miserable presión para involucrarnos a toda costa, con el falso pretexto de la lucha contra las drogas (origen de las mayores riquezas de las castas acaudaladas y dominantes), en el criminal Plan Colombia, para "limpiar" de patriotas descontentos con la depredación inmisericorde de los recursos de nuestra hermana del norte y permitir el insaciable saqueo de las multinacionales norteamericanas encabezadas por la Occidental Petroleum Company, la OXY.

3

Somos bolivarianos porque reconocemos en América Latina a la Patria Grande, en el fruto maduro de lo que entonces el libertador Simón Bolívar precisaba y jamás se confundía en cuanto a los intereses soberanos de lo que por esa época se llamaba la América Septentrional, el embrión de la Nueva República naciente, al extremo que distinguía muy bien a las dos Américas, la del Norte (Septentrional) y la Meridional, y las diferenciaba con absoluta nitidez, como cuando en la proclama "A los soldados del ejército vencedor de Ayacucho" les reitera "¡Soldados! Habéis dado la libertad a la América Meridional y una cuarta parte del mundo es el monumento de vuestra gloria." La América Meridional es la contrapartida de la del Norte, es la del Sur, la mestiza, de raíces indígenas, ibéricas y negras. La misma Carta de Jamaica fue intitulada por el propio libertador como "Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta Isla". Dentro del continente americano Bolívar tenía claras líneas demarcatorias de la comunidad étnica social a la que se pertenecía, y jamás coincidió con las concepciones monroistas manipuladas para la confusión y aceptación de los desinformados, por obra de los manipuladores de ideas y de la realidad histórica, con la pretensión de someternos y avasallarnos en todos los campos incluyendo el de la cultura. Aspectos medulares y consustanciales a nuestra forma de ser latinoamericanista, de los que era un magnífico exponente el libertador, han pretendido ser ignorados siempre, olvidando que Bolívar, como ciudadano auténticamente amador de su tierra, germen y fruto de este barro, era un fervoroso admirador de nuestra cultura e idiosincracia, paladeaba desde su música hasta su danza, gozaba desde su baile hasta su poesía, bebía el ensayo, la ciencia, y otros aspectos intelectualmente profundos, que siempre se los ha pretendido soslayar o minimizar en forma falaz e interesada. Su fragancia humanista y aroma libertario provenía de este jardín, edén del mundo.

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Somos bolivarianos porque en esta misma línea de reconocer nuestra identidad e intereses específicos, excluía en forma rotunda cualquier injerencia del gobierno de los EE. UU. en nuestros asuntos internos, como cuando el 30 de mayo de 1825, en otra carta a Francisco de Paula Santander, embajador de la Gran Colombia en Washington, se opone de manera tenaz a que los representantes del gobierno estadounidense concurran al Congreso Anfictiónico de Panamá, cuando escribe de su puño y letra: "Los americanos del Norte tienen el carácter de heterogéneos para nosotros. Por lo mismo, jamás seré de la opinión que los convidemos para nuestros arreglos americanos", concepción que desmiente un falso, postizo, distorsionado y propagandizado en versión maliciosa de un supuesto panamericanismo pronorteamericano!

5

Somos bolivarianos porque el libertador nos enseñó a jamás confiarnos del enorme poder y capacidad de maniobra y perfidia del agresivo, alevoso y felón gobierno norteamericano, como se desprende por ejemplo de la carta enviada a Estanislao Vergara, el 20 de septiembre de 1829, cuando le prevenía: "Los Estados Unidos son los peores y son los más fuertes al mismo tiempo." Del mismo modo en otra misiva a Santander, en días de la Gran Colombia (Venezuela, Nueva Granada y Ecuador), el 13 de junio de 1826, le exhorta: "yo recomiendo a usted que tenga la mayor vigilancia sobre estos americanos (del Norte) que frecuentan las costas: son capaces de vender a Colombia por un real..."

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Somos bolivarianos porque coincidimos con el sueño permanente del libertador quien ansiaba en todo tiempo y lugar unir a los pueblos recién liberados, empeño expresado en múltiples proclamas, discursos, leyes, cartas y comunicaciones; su bella aspiración de reunir a toda costa las poblaciones recién liberadas de España en una gran República fué combatida de manera tenaz y continua mediante la intriga y todo otro medio por los representantes del Gobierno de Estados Unidos de América, al extremo que William Tudor, su cónsul en Lima en la tercera década del siglo XIX, al verificar que los esfuerzos integradores del libertador chocaban contra las mezquinas y miopes castas localistas que destruyeron la Gran Colombia, azuzadas por ellos mismo, escribía: "La esperanza de que los proyectos de Bolívar estén ahora efectivamente destruidos, es una de las más consoladoras"! Claro, porque pretendían que reine la división de la comunidad hispanoamericana como primer paso para su balcanización y dominación!

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Somos bolivarianos porque el libertador disponía de un celo patriótico insuperable, indispensable para precautelar la independencia de estas tierras y de los grupos étnico sociales que las poblaban, pues ya en 1787, el norteamericano Thomás Jefferson exteriorizaba sus afanes de boicot a la independencia impulsada por el precursor general Francisco de Miranda, cuando indicaba que era "necesario postergarla hasta que los Estados Unidos puedan beneficiarse de ella". Y el embajador británico en Washington, en un informe enviado a Londres en noviembre de 1805, decía: "En el evento de hostilidades, él (Jefferson) consideraba que las Floridas Occidental y Oriental, y sucesivamente la Isla de Cuba, cuya posesión era necesaria para la defensa de la Lousiana y la Florida... serían una fácil conquista..."


Escrito por: Julian David Quiceno Moreno y Andres Felipe
Medellin, Colombia

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