12.1.08

La lucha de las FARC-EP

LAS FARC SE DIRIGEN AL PUEBLO

¿Cuál es el motivo de la actual campaña contra las FARC, iniciada en un momento en que Bush las define como «organizacion terrorista», se ofrecen millones de dólares por la cabeza de sus dirigentes, sus sedes en diferentes países son cerradas a pedido de Washington, y los agentes de Interpol persiguen a sus representantes en Europa y América Latina?

El secretariado del Estado Mayor Central de las FARC no perdió tiempo en responder la Carta de los intelectuales. Consideró más útil sintetizar en un documento dirigido al pueblo colombiano los motivos por los cuales exige la renuncia a sus mandatos de los alcaldes y consejales.

Publicado por los grandes períodicos del país, ese comunicado abre con un resumen de la historia de las FARC como organización político-militar que se propone «conquistar el poder político para el pueblo».

«Todo comenzó –subraya el secretariado- cuando el estado colombiano con 16 000 hombres desató la más grande operación militar de exterminio contra 46 hombres y dos mujeres», o sea, el núcleo guerrillero de Marquetalia. Que, desde luego, rompió victoriosamente el cerco.

El comunicado narra hechos como la firma de los acuerdos de La Uribe y el cese al fuego bilateral, que han generado en todo el país una gran esperanza.

Fue en esa atmósfera que nació una nueva fuerza política, la Unión Patriótica, movimiento político pluralista, creado como alternativa democrática y progresista a los partidos de la oligarquía.

La respuesta del estado colombiano es conocida. En pocos años más de 4500 líderes de la Unión Patriótica han sido asesinados en una orgía de crímenes que configuró el mayor genocidio político de la historia latinoamericana.

Las FARC-EP recuerdan también el esfuerzo que desarrollaron durante el mandato de Pastrana para que la creación de la Zona desmilitarizada contribuyera al avance del proceso de paz. Ello no ocurrió y la guerrilla de Marulanda atribuye al gobierno la responsabilidad por el fracaso al decidir unilateralmente la ruptura definitiva de las conversaciones y la invasión (antes del término del plazo convenido) de la Zona desmilitarizada.

El presidente electo, Alvaro Uribe Vélez, no oculta su intención de aplicar integralmente el componente militar del Plan Colombia. Pidió inclusive más dinero a Washington para la guerra. En Bogotá, los generales afilan espadas, y, olvidando lecciones del Vietnam, declaran que el ejército y la fuerza aérea están listos para destruir las FARC.

Acosadas, bombardeadas, calumniadas, invencibles, las FARC han tomado una decisión muy difícil, pero coherente con su planteamiento político-militar y de largo alcance estratégico.

A las medidas adoptadas por el estado contra ellas, que configuran una fascistización progresiva del aparato institucional, respondieron con la exigencia de la renuncia de los mandatarios elegidos en 24 departamentos.

No aceptan la argumentación de la derecha. La democracia en Colombia es ficcional, una mera fachada. Las elecciones han sido una gigantesca farsa a todos los niveles. Según las FARC «fueron desvergonzadamente fraudulentas y viciadas de corrupción y violencia, donde los grandes medios de comunicación, como siempre, manipularon a los electores. Todo lo anterior ilegitima sus resultados».

¿Qué democraticidad puede existir en unas elecciones que han llevado como diputados a la Cámara a numerosos paramilitares?


[*] Escritor y periodista portugués. El original en portugués deste articulo se encontra en el sitio web http://resistir.info. Traducción de Marla Muñoz

Tomado de Rebelion

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